Cuestionando

¿En qué país queremos vivir? ¿En qué país vivimos? ¿Qué nos dicen las noticias todos los días? ¿Qué nos dicen nuestros vecinos y amigos?

El siguiente año habrá un aumento en los impuestos y por ello, en nuestra cálidad de vida. Tendremos de nuevo, que ajustar nuestros bolsillos para que la clase política siga subsistiendo con holgura y bienestar pero ¿dónde está el bienestar de los ciudadanos?

No hay día que pasé que las noticias no traiga algo desalentador sobre la condición del México actual. No hay día en que no habrá el periódico sin sentir indignación y sobre todo, frustración porque parece ser que nadie escucha al ciudadano común y corriente.

Tiene que pasar algo a un personaje público para sentir que nuestras autoridades se mueven aunque sea un poquito para calmar las aguas. ¿Cuántas denuncias no se han levantado para terminar con círculos de corrupción? ¿Cuántas se han realmente escuchado?

En un círculo de doble moral, nuestras autoridades hablan de acabar con mafías de trata de personas pero ¿alguien ha visto los anuncios que se publican en periódicos como El Metro, El Gráfico o La Prensa vendiendo servicios sexuales y de "masajes"?
¿Qué debemos creer o esperar de este sistema en el que estamos metidos?

Sí, nos dicen que los impuestos son acabar con la pobreza pero la mentira ya se ha dicho tantas veces que es imposible creerla.

Nos dicen que combaten al narcotráfico cuando muchas veces hemos escuchado historias sobre los mismos funcionarios públicos participando de las ganancias de éste.

¿Cómo creer a los sistemas de salud publica tratando de evitar la obsesidad cuando nuestros secretaríos de Hacienda y Gobernación están más hinchados que chanchitos de feria? Sobre lo mismo, de ¿qué manera el ciudadano común puede comenzar a hacer ejercicio si nuestras calles tienen más espacio para los autos que para realizar caminatas? Si no me creen traten de pasar por donde están construyendo la nueva Cámara de Senadores y vean quién siempre tiene la prioridad de paso. No hay dinero pero ¿por qué hacer una nueva Cámara de Senadores? ¿Cuánto se está invirtiendo allí? Claro, ellos necesitan estar cómodos pero que la población se joda con jornadas laborales de trabajo largas y cuyo salario no alcanza más que para lo básico.

Hablan de suspender el seguro médico de los diputados pero ¿cuántas personas aún trabajando para el gobierno carecen de éste?

El campo se está cayendo a pedazos y lo que ayuda a algunos pocos campesinos a sobrevivir es cosechar mariguana porque Wall-Mart domina la compra de producto y lo paga por una miseria. Eso sí, si hay redadas a los primeros que se llevan es a nuestros campesinos que sólo se adaptan al mercado para poder llevar pan a sus casas, los demás se van de mojados y de nuevo dependemos de la económia de Estados Unidos para que las remesas caígan como minas de oro.

Sé que no soy la única persona de este país que día a día, al abrir los diarios se hace algunas de estas preguntas, sé que hay más personas que en este momento están sintiendo como la frustración crece día a día y esperan que no se celebre ningún Bicentenario porque como dirían Los Fabulosos Cadillacs: "No hay nada que celebrar".

En tanto, mantengamos nosotros también ciudadanos la doble moral de quejarnos y permitir que nuestro gobierno electo democráticamente siga comentiendo sus mismas impunidades, quejemonos y sigamos manteniendo una actitud de indeferencia a la hora de los "catorrazos". Quejemonos sí, pero cuando salgamos a la calle no olvidemos que es muy cansado caminar una cuadra y permitir que los microbuseros nos dejen justo en donde se nos da la gana. Quejemonos y enseñemos a nuestros niños a hablar de derechos pero no de obligaciones. Quejemonos del pago de impuestos pero sigamos invirtiendo en lo bueno bonito y barato, entiéndase piratería.

Sigamos manteniendo la fe de que los designios mayas nos salvarán y no un cambio de actitud hacia el México que vivimos.

Al final ¿quién limpia la casa después de que la fiesta se hizo? Dejémoslo para mañana...