03 noviembre, 2009

Choros que esperan

Y regresamos a la densidad de los discursos profundos creados en los blogs durante los momentos que deberíamos dedicar a la total productividad del mercado laborar pero sólo quedan cuatro minutos y lo único que permanece presente en este despistado cerebro es botar todos los artilugios malignos así como demás seres asociados a esta oficina para huir correr y correr como corre este texto sin comas o puntos lleno de intensas intenciones de no decir nada y sólo esperar a que la hora marcada llegue así como final de aquella telenovela ochenterisma que medio recuerdo porque nunca la vi pero protagonizo la señora Lucía Méndez hace ya muchos ayeres antes de que alguna Valentina Albornoz o alguien parecido le desfigurara la cara como nalga de Ale Guzmán... al final mi jefe me llama e interrumpo esta sarta de sandeces para volver a la norma de cumplir un deber maniqueo que se desvanece en una llamada telefónica...

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